En la investigación intentaré demostrar que -no obstante que el enfoque de Waldron al tratar de resolver las contradicciones que existen en la pluralidad de tesis acerca de la concepción más razonable de "dignidad" es básicamente adecuado-, la tesis waldroriana de dignidad como estatus o rango tiene al menos dos problemas. El primero: que la idea de estatus o rango ha sido cultivada en la historia de Occidente precisamente para tratar de justificar desigualdades en el trato entre los seres humanos, que es lo opuesto a lo que pretende Waldron. El segundo: que la idea de estatus acuñada por Waldron por si misma no puede fundamentar los DDHH, pues reclama su propio fundamento, uno que sea capaz, por un lado, de justificar el "igualamiento" universal del estatus jurídico, y por otro lado, que ofrezca criterios materiales para la interpretación y la determinación de los DDHH. Mi objetivo será evidenciar que ducho fundamento puede encontrarse y defenderse argumentativamente en una dignidad humana entendida como valor superlativo e intrínseco propio de la naturaleza humana.