Es indudable que el cambio climático (CC) es de origen antropogénico. La emisión de gases de efecto invernadero procede no solo de la industria energética, sino también de los desechos urbanos, de la agricultura, del cambio de uso de suelos, del transporte, la construcción de edificios, represas, entre otras actividades humanas que afectan el equilibrio de los ecosistemas terrestres, acuáticos y, en general de la vida en el planeta. En el Perú, como consecuencia del CC, los glaciares se están derritiendo, los cultivos como la papa, arroz y maíz se están perdiendo. Tenemos sequias, incendios, fenómeno del niño más intensos, Estos hechos evidencian riesgos a la seguridad alimentaria, a la escasez de agua, es decir hay un nexo entre el cambio climático y los derechos humanos. (derecho a la vida, a un medio ambiente sano, a la salud) que requieren de la toma urgente de medidas eficaces de parte de los Estados para mitigar o adaptarnos al CC. En este desafío deben intervenir también las empresas y otros actores de la sociedad civil como la academia, cuyo rol es fundamental para el diseño y ejecución de políticas públicas integrales y otras medidas bajo un enfoque de derechos humanos.