La aceleración de la fusión de los glaciares tiene graves implicaciones para la seguridad del agua, los alimentos y la energía, y los medios de vida interconectados de poblaciones vulnerables en cuencas hidrográficas alimentadas por glaciares. Por ejemplo, en la Región Ancash del Perú, el derretimiento de los glaciares de las montañas andinas proporcionan hasta el 67% del suministro de agua en la estación seca, hasta el 91% durante la sequía extrema (anual promedio 19%). El rápido retroceso de los glaciares en la Cordillera Blanca ya ha tenido un impacto notable en esa oferta, con pruebas que sugieren que la mayoría de los ríos ahora exhiben una disminución en la descarga de la estación seca, es decir han alcanzado y han pasado el pico agua. Los desafíos asociados con un suministro reducido de agua para la agricultura, la industria y la energía hidroeléctrica aguas abajo se ve agravada por el aumento de los sedimentos y el flujo de contaminantes en las inundaciones de la estación húmeda extrema. Mientras baja los flujos y el suministro de agua se ven cada vez más afectados por la enorme pérdida de almacenamiento de agua en los glaciares que se contraen relacionado con ENOS. Los eventos extremos están llevando a un suministro catastrófico de exceso de agua y sedimentos durante flujos altos del agua y calidad ambiental aguas abajo. El cambio climático está impulsando un régimen hidrológico de extremo sin ninguna ventaja desde problemas de suministro y calidad a bajo flujo hasta más agua de la que el sistema puede manejar en alto caudal, comprometiendo el agua y la calidad del suelo aguas abajo. Entendiendo la dinámica cambiante del derretimiento glaciar, la hidrología y el cambio climático regional son cruciales para que el diseño de las soluciones de infraestructura sean resistentes con una planificación eficaz. El uso responsable, eficiente y sostenible del agua es necesario en las cuencas hidrográficas nacionales y transfronterizas, para garantizar el suministro adecuado y mitigación de problemas de calidad emergentes. Para lograr un asesoramiento y políticas adecuadas, las organizaciones requieren evidencia científica sólida de alta calidad para respaldar sus decisiones de diseño para el manejo de cuencas hidrográficas. Esto implica pasar de la gestión sectorial (ineficiente) del agua a un enfoque más integrado y holístico que tenga en cuenta la necesidad de conservar los servicios de los ecosistemas. De hecho, si bien el Congreso peruano aprobó un histórico Servicio de Ecosistemas, se han visto obstaculizados por la falta de evidencia de procesos de cuencas alimentadas por glaciares y sus funciones. Para mejorar el servicio de ecosistemas se requiere la implementación de acciones integradas y lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Los estudios realizados hasta la fecha en la Cordillera Blanca en relación con la dinámica del retiro glaciar, muestran muchas debilidades, aún hay riesgos asociados de desastres naturales, la hidrología y las glaciaciones pasadas, esta última aún no cuenta con una capacidad holística e integrada. Siendo necesario que las cuencas introduzcan cambios en las políticas para los beneficios socioeconómicos a través de: (a) compensar el almacenamiento perdido por la reducción glaciares mediante el aumento de la provisión de servicios de ecosistemas de montaña para la retención de agua en el paisaje y (b) la provisión de base para estrategias de manejo adaptativo para respaldar y mejorar los medios de subsistencia amenazados por flujos altos y consecuencias de la calidad ambiental aguas abajo, el proyecto desarrollará 04 componentes estratégicos: 1. Identificación de la dinámica del derretimiento de glaciares. 2. Desarrollar un modelado de conectividad estructural y de procesos en el Cuenca Santa. 3. Evaluar el impacto ambiental aguas arriba y aguas abajo. 4. crear un legado de de proyecto sostenible mediante el establecimiento de capacidades locales.