Diversas regiones del Perú están expuestas a condiciones climáticas extremas, tanto por su situación geográfica como por su altitud topográfica. La radiación solar en la costa desértica pacífica es la más alta del planeta, destacando los valores alcanzados en la zona norte de Perú. En la sierra andina se encuentran algunas de las poblaciones más altas de la Tierra, destacando la ciudad peruana de “La Rinconada” (Puno) como la más alta del mundo a 5.099 msnm. Pese a estas condiciones geográficas y climáticas extremas, la mayoría de los edificios en Perú se erigen con sistemas y tecnologías constructivas convencionales (muro confinado de albañilería, cemento, calamina, fierro), que no responden a las condiciones climáticas límite propias de su contexto. Esto implica problemas de habitabilidad y confort, que pueden llegar a ser incluso causa de muerte como ocurre en Puno cada año. También ocasiona que la energía necesaria para calentar o refrigerar estos edificios sea muy alta, suponiendo un costo energético que los habitantes no pueden permitirse y que disminuye la competitividad de Perú como nación. Por todo ello se hace necesario desarrollar tecnología que utilice los materiales y desarrolle las técnicas constructivas oriundas de Perú para innovar en procesos de fabricación sostenibles y de bajo costo, aptos para construir edificios nuevos o mejorar los existentes para que puedan hacer frente a las condiciones climáticas extremas de su geografía, generando a su vez parámetros higrotérmicos dentro de las tolerancias de confort interior para el ser humano. Dado que el cerramiento es la parte de los edificios que mayor impacto tiene en el acondicionamiento interior desde el punto de vista térmico, el proyecto propuesto tiene como objetivo desarrollar un panel constructivo de muy baja conductividad térmica con tecnologías autóctonas sostenibles en base al bagazo y otros residuos del proceso productivo de la caña (Saccharum officinarum).