En los últimos años diversos grupos de investigación a nivel mundial se han dedicado a evaluar alternativas para la producción de biopolímeros ya que la acumulación de plásticos de un solo uso está impactando negativamente al medio ambiente. Por otro lado, uno de los desafíos de las empresas productoras de alimentos es prolongar la vida útil de anaquel, ya que estos pueden sufrir alteraciones de pH, contenido de humedad e incluso en su contenido nutricional con el paso del tiempo. Además, con el surgimiento del COVID-19, se están realizando diversas iniciativas por parte de empresas productoras y distribuidoras de alimentos frescos para dar una protección extra a los productos que están expuestos a contaminación en despensas de supermercados, en todas las escalas. Por otro lado, en investigaciones previas realizadas con el Ichu en la Universidad de Ingeniería y Tecnología, se determinó que esta planta posee alrededor de 70% de compuestos de celulosa, valores equivalentes y/o superiores a los presentados por otros recursos usados para producir nanocelulosa (NC) como bagazo de caña, paja de arroz, eucalipto y sisal. Siendo el Ichu una planta endémica y de bajo costo, su potencial para la obtención de NC es muy alto; sin embargo, la falta de investigaciones realizadas a profundidad con esta planta, para esta aplicación, nos impulsa a desarrollar este proyecto, el cual busca encontrar una metodología para la fabricación de biopolímeros a base de fuentes naturales peruanas que tengan buenas propiedades físicas, químicas, mecánicas y antibacteriales, con lo cual se pretende dar un valor agregado a fibras como el Ichu ya que actualmente no está siendo aprovechada y, a la vez, presentar un novedoso material que podría ser usado en reemplazo de los plásticos convencionales, los cuales traen consigo serios problemas medioambientales. Por otro lado, con este proyecto, también se podrían beneficiar los pobladores de zonas alto andinas al ser parte de la cadena de suministro.