La obtención de aceites a partir de materias orgánicas sólidas se puede realizar mediante métodos mecánicos o métodos químicos que emplean solventes. No obstante, estos pueden no conservar adecuadamente las características de los aceites y en algunas ocasiones emplean sustancias tóxicas como solventes que pueden dañar el medio ambiente (Velasco et al., 2007). Frente a esto, la extracción por fluidos supercríticos ofrece extractos con mejores características, reducción del tiempo en el proceso de extracción y un mayor rendimiento del extracto. Además, el uso del CO2 como solvente elimina el impacto ambiental dañino en comparación con otros químicos (De Melo et al., 2014). Otros investigadores han estudiado la extracción de aceites empleando fluidos supercríticos en semillas de uva (Barriga-Sánchez et al., 2018), guanábana (Dorado et al., 2016), durazno (Serhat & Gürü, 2014), granada (Liu et al., 2012), maracuyá (Liu et al., 2009), entre otros. Sin embargo, hasta la fecha no hay estudios que brinden información detallada sobre la extracción de aceite de semilla de lúcuma empleando fluidos supercríticos. Por otra parte, es importante definir las variables que influyen en este proceso; ya que de estas dependen las características antes mencionadas y la posible escalabilidad industrial. Es por esto que se hace necesaria la optimización de los parámetros fisicoquímicos del proceso que permitan, no solo encontrar las variables significativas, sino también los niveles de extracción óptimos (Obregón et al., 2018). Es así que se plantea investigar la optimización de los parámetros de la extracción de aceites de la semilla de lúcuma mediante fluidos supercríticos empleando CO2 como solvente.