La industria avícola aporta la mayor cantidad de proteína animal a la dieta humana, y para favorecer y facilitar el aumento de la producción y protección contra ciertos patógenos entéricos, durante las últimas décadas, se vienen utilizando intensamente antibióticos como promotores de crecimiento en el alimento de las aves. Sin embargo, la mala y continua administración de antibióticos produce desequilibrios de la microbiota intestinal, bioacumulación en productos animales destinados a consumo humano y la generación de bacterias resistentes a los antibióticos, disminuyendo su eficacia y provocando efectos nocivos no sólo para los animales, el ambiente, sino para los consumidores. Normas y sistemas de regulación para el uso de antibióticos promotores de crecimiento y aditivos de síntesis química, vienen siendo implementadas desde el 2006 por la legislación europea y la FDA, orientando al mercado al desarrollo de alternativas naturales como aceites esenciales, prebióticos, probióticos y simbióticos. Siendo uno de los más prometedores los probióticos por ser inocuos y no dejar ningún tipo de residuo en porciones comestibles de animales de consumo humano. Los probióticos son microorganismos vivos capaces de generar un mejor rendimiento, equilibrio microbiano intestinal, inmunoestimulación, protección contra toxinas de patógenos y productores de diversos y numerosos compuestos bioactivos. El objetivo de este proyecto es la formulación de nuevos probióticos con mejor o mayor actividad, a base de actinomicetos, los cuales serán caracterizados y evaluados tanto in vitro como in vivo, y serán aislados de gallinas andinas combinados con los de fuentes exóticas como son los actinomicetos aislados de hormigas cortadoras de hojas, buscando generar un microbioma benéfico para la salud intestinal de las aves, controlar y reducir la colonización de patógenos y mejorar la producción de esta importante industria.