La pandemia de COVID-19, causada por el SARS-CoV-2, abrumo laboratorios de diagnóstico y caracterización viral en todo el mundo. Vimos escasez de kits moleculares, kits que no funcionan, y kits que funcionan pero que no son lo suficientemente sensibles para detectar SARS-CoV-2 en un alto porcentaje de muestras. El diagnostico molecular ha sido resuelto en gran parte. Al día de hoy hay más de 10 protocolos distintos para detectar SARS-CoV-2 mediante técnicas de PCR. Sin embargo, estas técnicas no tienen la capacidad para distinguir virus vivo, que está en estado de replicación, de virus muerto, que ha sido neutralizado por el sistema inmune y que ya no se puede replicar. Es por eso que las prueba molecular tradicional no puede distinguir entre el estado contagioso en una persona y el no contagioso. En términos prácticos esto significa que muchas personas que tuvieron COVID-19 y le ganaron la pelea al virus continúan teniendo pruebas moleculares positivas aun cuando dejan de contagiar. Eso complica las altas hospitalarias, el regreso a casa, la reincorporación al trabajo, y la vida diaria de las personas. El objetivo de esta propuesta es desarrollar una prueba de PCR que pueda distinguir entre el estado contagioso y el no contagioso en las personas a través de la detección de RNA su genómico (sgRNA).