La obesidad es un problema de salud pública a nivel mundial y es considerada una enfermedad asociada a un cuadro de inflamación sistémica crónica de bajo grado que resulta en la alteración de la función metabólica y endocrina del tejido adiposo, afectando no solo a individuos jóvenes o adultos sino también a niños (Del Águila 2017, Pajuelo-Ramírez 2017). La obesidad infantil se ha incrementado en poco tiempo, incluso la Organización Panamericana de la Salud sostiene que el Perú es el país de América donde la obesidad infantil creció más rápido en los últimos años (por ejemplo, se reportó una prevalencia de 7.7% en el 2007 que se incrementó a 14.8% en el año 2014). Investigaciones afirman que la prevalencia de sobrepeso y obesidad en niños peruanos entre 5 y 9 años es de 24.6%; es decir, que 1 de cada 4 niños presenta una acumulación excesiva de grasa en su cuerpo. Asimismo, se ha reportado que niños de 0 a 5 años presentan una prevalencia de obesidad y sobrepeso de 7.6%, es decir que 1 de cada 10 infantes ya tiene un problema de peso. Por otro lado, investigaciones sugieren que el tipo de ácidos grasos que se consuman en los primeros años de vida puede ejercer influencia en el desarrollo del tejido adiposo (Torchon et al. 2017) y consecuentemente afectar la predisposición a la obesidad, dando como resultado una reducción de los factores de riesgo que puedan provocar alteraciones en la salud; sin embargo, actualmente, no existe información sobre el uso de quinua, como fuente de ácidos grasos, como alternativa para prevenir la obesidad de individuos en edad temprana. Por lo tanto, se propone el uso de tres fuentes para desarrollar la investigación, tales como: a) aceite de pescado, rico en ácidos grasos poliinsaturados; b) manteca vegetal hidrogenada Tropical®, que contiene ácidos grasos saturados y c) aceite de quinua, como fuente alternativa de fácil acceso que contiene ácidos grasos poliinsaturados, considerándose funcionalmente semejante al aceite de pescado. Para ello se utilizará como modelo animal el pollo de engorde debido a que éste posee un metabolismo lipídico acelerado que permite evidenciar la acumulación de tejido adiposo abdominal y alteración de hepatocitos, y es considerado como un valioso modelo poligénico de susceptibilidad a la obesidad.