Los productos pesqueros representan una fuente de proteína de alta calidad, y su demanda se incrementa anualmente. En los últimos años se ha observado que las poblaciones de peces y crustáceos de potencial importancia comercial han ido disminuyendo por diversos factores de origen antropogénico o climático. Es por esto que la acuicultura presenta un doble desafío, por un lado suplir la creciente demanda y por otro lado compensar las diezmadas pesquerías por extracción. Aunque la acuicultura es el rubro de producción animal con mayor crecimiento mundial, no va a ser sostenible en el mediano plazo. Esto establece que la creciente demanda de pescados y mariscos, tanto internacional como nacional, sólo podrá ser atendida mediante la aplicación de la experiencia de la revolución agrícola en la acuicultura, aumentando significativamente su contribución. Si bien el Perú se encuentra dentro de los 25 principales países con mayor actividad pesquera, no es así en actividades de cultivo, aunque presenta un enorme potencial para el desarrollo de la acuicultura debido a la disponibilidad de una gran variedad de especies nativas y a las condiciones favorables para la acuicultura marina y de agua dulce en la costa, sierra y vastas áreas de la Amazonía. En ese sentido, se crea la necesidad de apostar por proyectos de investigación e innovación tecnológica que potencien el desarrollo de la acuicultura, mediante la utilización de herramientas moleculares emergentes, de las que en los últimos años han destacado las tecnologías de secuenciación de última generación (ómicas) y la tecnología de edición genética CRISPR. Los resultados del presente proyecto generarán un impacto beneficioso directo sobre tres ejes principales: i) el socioeconómico, debido a que el aumento de la tasa de crecimiento de peces autóctonos como el lenguado, un mejor manejo de los reproductores en el paiche o el desarrollo de langostinos resistentes a enfermedades serían de gran importancia para el desarrollo de la acuicultura en el país. También realizará un importante impacto social, mejorando el bienestar económico de las familias dedicadas a la producción acuícola de estas importantes especies; ii) ambiental, debido a que una mejora en la producción disminuirá la presión de la sobrepesca artesanal, o sobre especies en peligro de extinción; y iii) científico, debido a que este proyecto formará recursos humanos de altísima calidad y con resultados de un gran impacto internacional