A nivel mundial, el Cáncer Gástrico corresponde a la cuarta neoplasia más común y la segunda causa de muerte. En Perú, el cáncer gástrico corresponde a la segunda neoplasia más común, y la primera causa de muerte asociada a cáncer. Aproximadamente 1 millón de casos nuevos de cáncer gástrico son diagnosticados cada año, presentando una sobrevida a los 5 años de solo 15%, lo cual se debe a que el diagnostico de la enfermedad se produce en estadios tardíos. El cáncer gástrico y otras patologías gastrointestinales han sido asociadas con infecciones por virus y bacterias. En 2008, aproximadamente dos millones de nuevos casos de cáncer a nivel mundial (16%) fueron atribuidos a infecciones por diferentes agentes biológicos. Múltiples mecanismos se han asociado de forma independiente al proceso de la carcinogénesis gástrica. Sin embargo, en la mayoría de los casos, consiste en un proceso multifactorial y a menudo asociado con infecciones por virus y bacterias. En los últimos años, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer; del inglés, International Agency for Research on Cancer (IARC), ha identificado once agentes biológicos como carcinógenos de grupo 1 dónde se encuentran incluidos el virus Epstein-Barr (EBV) y la bacteria Helicobacter pylori. Estos dos agentes infecciosos son asociados con el proceso de carcinogénesis gástrica marcando diferencias en su carcinogénesis. El cáncer gástrico asociado a H.pylori podría iniciarse tanto por interacción de la bacteria de forma directa con las células del epitelio gástrico o por promover la inflamación crónica, la proliferación celular excesiva o la disminución en la secreción ácida. Esta situación, podría generar el ambiente idóneo para la infección o reactivación de EBV en las células del epitelio gástrico. Ambos agentes podrían actuar de forma independiente o cooperando en la carcinogenesis gástrica. El estudio de la relación entre la metilación aberrante asociada a EBV y H. pylori permitirá la identificación de biomarcadores de respuesta a los tratamientos antineoplásicos y biomarcadores para la evaluación del pronóstico del cáncer gástrico. Los resultados permitirán implementar una metodología más precisa en el diagnóstico del cáncer gástrico de rutina y de despistaje de la enfermedad neoplásica mediante el análisis de la infección por H.pylori y EBV, y la posibilidad de mejorar y perfeccionar los protocolos actuales para la evaluación de terapias adecuadas, los cuales determinan el éxito o el fracaso de las terapias actuales que se aplican a los enfermos de cáncer gástrico en el país.