Los glaciares más sensibles al calentamiento climático en el siglo 21 están situados en regiones tropicales de montaña, y por lo tanto, sirven como valiosos centinelas del cambio climático. A la fecha, la mayor atención se ha centrado en la cantidad de agua de deshielo liberada por estos glaciares, debido al impacto sobre el nivel del mar y la seguridad hídrica. Sin embargo, los cambios en la calidad del agua, que acompañan el deshielo, son mucho menos estudiados y controlados, pero tienen profundas implicancias para el agua potable, la agricultura y la industria. El Perú posee el 71% de los glaciares tropicales del mundo, los cuales muestran altas tasas de pérdida de masa de hielo en las últimas dos décadas. Muchos ríos alimentados por agua de deshielo se están acidificando y tienen concentraciones de metales a menudo superiores a los estándares de la Organización Mundial de la Salud. Esto se debe a la exposición al ambiente de las rocas ricas en minerales (sulfuros), lo cual produce su oxidación y producción de ácido sulfúrico, que es un medio ideal para movilizar metales desde las zonas ubicadas debajo de los glaciares. La hipótesis general del proyecto CASCADA es que las cuencas glaciares en la Cordillera Blanca están evolucionando a lo largo de una trayectoria, desde condiciones prístinas, donde la escorrentía glacial es una fuente de nutrientes para los ecosistemas aguas abajo, a condiciones tóxicas (de acidez y metales) para los ecosistemas y la salud humana. CASCADA une expertos peruanos en recursos hídricos, glaciología y ecología con geoquímicos glaciólogos y técnicos del Reino Unido, para investigar y generar soluciones a los impactos en cascada del retroceso glaciar en la calidad del agua de los ríos de la Cordillera Blanca. Emplearemos tecnología de monitoreo de vanguardia para registrar in situ, por primera vez, datos de calidad de agua de los ríos durante todo el año y para desarrollar y probar un nuevo modelo de gestión de los humedales para remediar los ríos con alta toxicidad del metales. Una fuerte participación de los comités locales de regantes, bajo un esquema de ciencia ciudadana, y la formación de una junta consultiva con instituciones gubernamentales, garantizará el desarrollo de capacidades y la transferencia de tecnología para una gestión integrada de los humedales e informar sobre la calidad del agua. CASCADA facilitará la comprensión de los procesos de transformación para producir un salto fundamental en nuestra capacidad para predecir la evolución de la calidad del agua en cuencas glaciares y desarrollar soluciones efectivas a la presencia de aguas ácidas y metales.