En la actualidad a la chinchilla real (Chinchilla chinchilla) se le considera cerca de la extinción a nivel global y sin registros conocidos en el Perú desde inicios del siglo pasado. Por su valiosa piel las chinchillas fueron cazadas por millones en los países que la contenían: Perú, Bolivia, Chile y Argentina, lo cual se considera la causa de su casi extinción a inicios del siglo XX. Antes de su desaparición se logró criar en cautiverio algunos individuos, que hoy forman parte de grandes planteles domésticos de chinchillas en granjas para piel en todo el mundo. También se ha popularizado su uso como mascotas. Considerando su valor, resulta inaudito que en el Perú no se hayan hecho esfuerzos por estudiar, entender y aprovechar a la chinchilla. El manejo en su hábitat natural, en la árida puna, es particularmente interesante porque el espacio donde ocurre es considerado marginal para cualquier otra actividad económica. El frío, la altura, los roquedales y los pastos pobres son difícilmente aprovechados para actividades económicas tradicionales. En ese sentido, el sistema digestivo de la chinchilla está adaptado a lo que se puede considerar paupérrimas condiciones, pero tiene problemas digestivos con forrajes tradicionales por el exceso de proteínas, carbohidratos y otros nutrientes. Los pastos nativos, que ocurren en los sitios donde se distribuía originalmente la chinchilla, debe constituir, si no los mejores pastos, al menos un punto de partida para entender aspectos alimenticios de la chinchilla real. El presente trabajo, se propone llegar a cultivar a pequeña escala, pastos nativos apropiados para la chinchilla real. Se partirá por generar una base de datos de pastos nativos que puedan haber sido parte de su dieta original en base a revisión bibliográfica, imágenes de Google Earth y el modelamiento de su distribución potencial con Maxent. Se colectará muestras de estos pastos dichas zonas, para pruebas como forraje y para la creación de un jardín agrostológico de especies de pastos apropiados para la chinchilla en el fundo de San Juan de Yanamuclo en Junín a 3200 msnm. Debido a la falta de información sobre estas especies nativas como forraje, se realizarán primero pruebas de posible toxicidad y se seguirá con pruebas de palatabilidad y digestibilidad aparente por medio de un análisis químico proximal. Debido a lo difícil de tener un plantel numeroso de chinchillas para conseguir repeticiones adecuadas, se harán pruebas con 4 chinchillas domésticas y 20 cuyes. Los resultados permitirán avanzar en el conocimiento para una adecuada alimentación de la chinchilla real, tanto para su manejo en áreas de su distribución natural tras re-introducciones, así como para su crianza en cautiverio.