Los suelos son la mayor reserva de carbono de los ecosistemas terrestres. La mineralización del carbono del suelo constituye el segundo mayor flujo de CO2 a la atmósfera. Este proceso es muy sensible a la temperatura por lo que el calentamiento global puede conllevar un aumento en las emisiones de CO2 a la atmósfera y, por consiguiente, un descenso en el stock de carbono en el suelo. Siendo la agricultura es una de las principales actividades que contribuyen al cambio climático como emisor de gases de efecto invernadero (GEIs). Sin embargo, es uno de los sectores con potencial para contribuir al secuestro de carbono en los suelos y a la mitigación del cambio climático mediante estrategias de manejo de suelos. A través de estrategias agrícolas específicas, como puede ser la aplicación de biochar, se puede disminuir las emisiones de GEIs y aumentar el secuestro de carbono en el suelo. El uso de biochar disminuye la sensibilidad de la mineralización del carbono del suelo a la temperatura, tanto en condiciones normales como de calentamiento. Este resultado sugiere que, más allá de mejorar la materia orgánica del suelo, la aplicación de biochar provoca cambios en las fracciones de carbono del suelo reduciendo su sensibilidad a la temperatura y en las comunidades microbianas provocando una aclimatación al calentamiento. Por consiguiente, el biochar ayudará a fijar carbono en los suelos en la situación actual y futura de calentamiento global. Asi mismo los ecosistemas de las zonas secas, incluyendo las zonas semiáridas, cubren más del 45% de la superficie terrestre del planeta. La materia orgánica de los suelos de estos ecosistemas, como en todos los ecosistemas terrestres, es clave para mantener los servicios que prestan. A lo largo del siglo, se espera un aumento de la temperatura y una disminución de las precipitaciones en los ecosistemas semiáridos debido al cambio climático, que puede afectar a la materia orgánica del suelo, a su estabilidad y a sus funciones. Por ello, para entender cómo responderán los ecosistemas semiáridos al cambio climático con la adición de biochar, es fundamental entender cómo responderá la materia orgánica del suelo ante el calentamiento y la reducción de lluvia. El objetivo principal del trabajo de investigación es: Estudiar los efectos del aumento de temperatura y de la disminución de precipitaciones sobre la dinámica de la materia orgánica del suelo en un ecosistema natural semiárido del centro de España. Los Objetivos específicos son: - Caracterizar las diferentes fracciones de la materia orgánica del suelo. - Profundizar en el efecto del aumento de temperatura y disminución de precipitaciones sobre las diferentes fracciones de la materia orgánica caracterizadas por distinta estabilidad y función en el suelo. - Estudiar el efecto de un aumento de temperatura y reducción de lluvia sobre la mineralización del carbono.