El sector forestal en el Perú representa entre el 1 % y el 4 % del PIB nacional (MINAM, 2010). En el 2016 la producción de madera aserrada fue de 333 265.70 m3 y las exportaciones registraron un valor de $ 28 295 691 (SERFOR, 2016). Estas cifras demuestran un aporte importante en la economía del país, sin embargo, no representa el total de madera comercializada por problemas de control y fiscalización. El aporte a la economía nacional de la madera legal, es solo una pequeña fracción de lo que podría ser si la madera fuese aprovechada de forma sostenible, eficiente y con valor agregado. Todas las actividades en el sector forestal están directa o indirectamente relacionadas con la identificación de especies; por tanto, identificar y clasificar correctamente las especies maderables es un requisito indispensable en la planeación, desarrollo y control en la comercialización de madera aserrada. La verificación de maderas en los puestos de control se realiza mediante la Guía de Transporte Forestal (GTF), principal documento de trazabilidad en el comercio de maderas, su verificación siempre ha sido un proceso complejo por la alta diversidad de especies comercializadas (más de 100 para selva central), y sobre todo por la destreza y experiencia del profesional en el puesto de control. Para identificarlas la única herramienta aplicable es el conocimiento de características organolépticas (color, olor, sabor, brillo) o macroscópicas (poros, parénquima, radios), las cuales son particulares de cada especie y requieren de entrenamiento, práctica, lo cual puede tomar tiempo. La implementación de herramientas innovadoras como un aplicativo móvil que realice la identificación de especies maderables a partir del reconocimiento de imágenes de madera en tiempo real. Es decir, a partir de una imagen obtenida de la madera aserrada con un celular, el personal podría rápidamente realizar la identificación, verificación y control de madera comercial en los puestos de control de Selva Central. De esta forma, se evitaría las altas pérdidas debido al tráfico ilegal de madera y deficiencias en los sistemas de control y fiscalización.