Title
Women working in the area of surgery at the hospital of the five wounds of seville during the XVIth to XVIIIth century
Other title
Las mujeres que trabajaban na área de cirugiá do Hospital das Cinco Llagas de Sevilha durante os XVI XVI al XVIII
Date Issued
01 January 2018
Access level
metadata only access
Resource Type
review
Author(s)
Universidad Pablo Olavide de Sevilla
Publisher(s)
Universidad de Alicante
Abstract
The objective of this work is to know the area of surgery of the Hospital of the Five Wounds and the group of people who worked there, mainly, the surgical nurses from 1500 to 1808. Regarding the methodology, the first phase of the study included an archival review of primary sources of diverse archives and bibliographic of secondary sources to know the state of the question. Then, I proceeded to interpret and analyze the data. The main results indicate that this area only received wounded women, who were admitted to the surgery room, called San Juan, where they received the care of the surgeon mother and her maids who followed the prescriptions given by the surgeon. The instruments handled in this area were bandages, tweezers, syringes, scissors, knives, saws, irons to cauterize and even a gynecological instrument called the speculum matricis. The results indicate that this hospital could be a reflection of the development of the surgery and its personnel in the Castilian hospitals of the Modern Age. Area that would be quite structured at the end of the 16th century, in which the binomial surgeon and surgery nurse stand out and the crucial role that the latter plays in the care of the injured in a Spanish hospital.
Start page
63
End page
80
Volume
22
Issue
51
Language
Spanish
OCDE Knowledge area
Cirugía
Enfermería
Subjects
Scopus EID
2-s2.0-85051461714
Source
Cultura de los Cuidados
ISSN of the container
11381728
Sponsor(s)
Funding text 1
Su procedencia, nombre de padres y edad se conocen por su testamento elaborado por el cura Antonio de Santiago Moreno el 11 de julio de 1742(ADPS. Legajo 263. Memorias, testamentos, almonedas de bienes de difuntos, siglos XVI-XVIII, s/f). En este documento, pidió ser enterrada en una caja en la cripta de la iglesia del hospital. Mandó que se distribuyeran seis libras de chocolate a las enfermas del hospital al momento de su muerte para que la recordaran y rezaran por su alma. Lo que el hospital le debía de su salario se destinó en partes iguales para el culto del Cristo de la Sangre que estaba en la enfermería del hospital y para la Señora de Belén que estaba en la iglesia del hospital. La velación de su cuerpo se realizaría con dos acompañantes agregados a los estipulados por el hospital. Destinó todos sus bienes a misas por su alma a 3 reales cada una y nombró al hospital como administradora de todos sus bienes a ese fin. Se hizo venta de sus bienes en el hospital y el dinero obtenido se destinó a misas por su alma. En el inventario de sus objetos personales vendidos, uno puede constatar que tenía ropa de buena calidad e incluso joyas de oro y plata (Tabla nº 5).
Funding text 2
Otra de las madres cirujanas más destacadas del hospital durante el siglo XVIII fue Catalina Sánchez que había sido previamente aprendiz con derecho a dote matrimonial. Fue precisamente en esta época en que disminuyeron drásticamente las enfermas de cirugía y coincidió con el punto álgido de la crisis económica castellana, así en 1730 no hubo ninguna enferma en cirugía (ADPS. Legajo 4B. Autos capitulares de 1716 a 1734, f.106r (1730)). Esta situación fue reflejada en la constitución de 1734, al destinarse sólo una ayudante a la madre de cirugía De la madre cirujana. “Estuviese otra madre en el cuarto de San Juan, que es el de cirugía, y tenga para que le ayude, una doncella, la que fuere señalada por la madre mayor y le mandamos, que asista con toda caridad a las enfermas, y que ejecute los remedios, que dejare dispuestos el cirujano, teniendo prevenidas las vendas e hilos, y todo lo demás, que hubiere menester, y dispusiere el dicho cirujano, hallándose presente a la curación de mañana y tarde, pedirá la comida, y regalos, que necesitare para sus enfermas a la enfermera mayor”. (B.C. Constitución del Hospital de las Cinco Llagas de 1734. Fondo Gestoso, nº110) La sección de cirugía no tenía ya razón de ser, al disminuir la población sevillana y el Hospital de San Hermenegildo o del Cardenal podía cumplir con su cometido sin necesidad de otro hospital que lo secundase. Además no se debería olvidar que el Hospital de la Sangre no tenía como fin atender a heridas. De esta manera, en el siglo XVIII, se observa que el número de pacientes en cirugía fue reduciéndose por lo que sólo se consignaba una doncella para la ayuda de la madre cirujana de las tres que se daban en el siglo XVI y comienzos del XVII para la “asistencia de seis enfermas”. (ADPS. Legajo 4B. Libro de actas capitulares de 1688, f.6r (1688)). En el siglo XVIII hubo diecinueve madres de cirugía, dos de la cuales trabajaron de treinta y uno a veinte años que constituyó el 11%. El 47% trabajó de cuatro a ocho años y el 42%, de algunos meses a dos años (Tabla nº 3).
Funding text 3
En el Hospital de las Cinco Llagas de Sevilla se realizaban algunas disecciones cadavéricas de mujeres con permiso de los patronos del hospital, pero no se permitió la creación de una Escuela de Medicina hispalense para la formación de médicos y cirujanos en 1776, propuesta por el médico Sebastián Guerrero y Reina al rey Carlos III (Hermosilla, 2001:606; Chueca, 1989; 91). Mientras que el Hospital de San Hermenegildo, llamado El Cardenal, un hospital de varones, tenía una escuela de cirujanos desde comienzos del siglo XVII, incentivada por su propio patronato eclesiástico que era prácticamente el mismo que regía el de la Sangre, pues ambos compartían dos de sus patronos monásticos. La oposición de la Iglesia a la investigación quirúrgica de cuerpos femeninos salta a la vista, entablándose diferencias en la curación de enfermas y
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